Ya más relajados y desprovistos de las formalidades seguimos incidiendo en la necesidad y prioridad de reforzar el capital humano. Preguntamos a D. Manuel sobre el estado de la talla del Cristo y nos comentó que, una vez saldadas las deudas, entra dentro de sus prioridades la necesidad de acometer una restauración ya que hace unos 14 años que se produjo la última y empieza a presentar síntomas de deterioro.
Y no, no hubo manera de sacarle los nombres de los integrantes de su junta de gobierno, que con buen criterio no quiso desvelar en tanto no venga aprobada por la curia la propuesta realizada por él. Lo emplazamos e invitamos a que una vez aprobada su junta de gobierno y realizada la jura de cargos volverían a visitarnos.
Ya a solas, y cuando nos despedimos del nuevo hermano mayor, José Santiago, el que les escribe y Dani Salvatierra coincidimos en la misma apreciación, que no es otra que las ganas que se le ve de llevar a cabo y a buen término un proyecto que presenta muchos retos pero que con la ilusión que les ponen esperamos que de sus frutos, como ya los está dando.
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